Eosinófilos
Los granulocitos segmentados eosinófilos tienen un tamaño
semejante a los neutrófilos, se caracterizan morfológicamente por contener en
su citoplasma gránulos acidófilos. Tienen una forma redondeada, tamaño entre
0.5 y 1.5 μm, ocupan todo el citoplasma de la célula y se tiñen de color
naranja o marrón anaranjado con las coloraciones panópticas. A diferencia de
los gránulos basófilos nunca se disponen por encima del núcleo. Desde el punto
de vista ultra estructural, los eosinófilos poseen distintos tipos de granulación:
1/ granulación primaria, donde se localiza la lipofosfolipas, también denominada
proteína del cristal de Charcot Leyden. Estos gránulos no tienen centro
cristaloide y constituyen aproximadamente un 5% de la granulación del
eosinófilo. 2/ Una granulación secundaria, con centro cristaloide, que
representa más del 95% de la granulación en el eosinófilo maduro y 3/
microgránulos o estructuras tubulovesiculares que son ricos en fosfatasa ácida
y proteínas catiónicas. Bioquímicamente se caracterizan por poseer gran
cantidad de mieloperoxidasa, fosfatasa ácida y arilsulfatasa. La peroxidasa se
dispone fundamentalmente en la matriz del gránulo y posee características
diferenciales bioquímicas, antigénicas y ontogénicas con respecto a la
peroxidasa de la serie neutrófilo. También contienen proteínas catiónicas y
mucosustancias sulfatadas; poseen, asimismo, un alto contenido en fosfolipasa y
lisofosfolipas. Por el contrario, está desprovisto de fosfatasa alcalina y
lactoferrina. Su papel biológico principal es el de modulador de las reacciones
anafilácticas al ser capaces de inactivar sustancias liberadas por los
mastocitos y el control de la infestación por ciertos parásitos, cuyo ataque no
tiene lugar por mecanismos de fagocitosis, sino por adherencia y subsiguiente
citotoxicidad al segregar diversas sustancias nocivas.
Síntomas
Los síntomas más comunes asociados con eosinofilia pueden incluir dificultad para respirar, sibilancias y tos. A veces, pueden estar
presentes diarrea y dolor abdominal. Manifestaciones poco
comunes de esta condición pueden incluir sudoración nocturna, pérdida de peso y
erupciones cutáneas.
En general, los pacientes que experimentan estos síntomas no se deben
supone que tienen eosinofilia. La mayoría de las veces, los síntomas están
relacionados con otras condiciones médicas, menos ominosas. A pesar de que esta
condición no es común, se aconseja a los pacientes que notifiquen a su médico
si aparecen estos síntomas.
Causas
Generalmente, la eosinofilia se produce en presencia de otras
condiciones médicas, tales como las condiciones alérgicas. Algunas condiciones alérgicas que pueden
aumentar la incidencia de eosinofilia incluyen fiebre heno y asma. Otras causas
pueden incluirvasculitis, enfermedad pulmonar y cirrosis del hígado. De vez en cuando,
trastornos de la piel y ciertos tumores pueden contribuir a la incidencia de la
eosinofilia.
En el mundo occidental, alérgicas o atópicas enfermedades son las causas
más comunes, especialmente los de las vías respiratorias o tegumentarios
sistemas. En el mundo en desarrollo, los parásitos son la causa más común. Una
infección parasitaria de casi cualquier tejido corporal puede causar
eosinofilia. Enfermedades que presentan eosinofilia en señal incluyen los
siguientes:
§ Alérgicas
transtornos. Asma, fiebre del heno, alergias a medicamentos, enfermedades
alérgicas de la piel como pénfigo, dermatitis herpetiforme
§ Infecciones
parasitarias
§ Algunas formas de
malignidad como el linfoma
de Hodgkin o algunas formas
de linfoma no Hodgkin.
§ Enfermedades
autoinmunes sistémicas, por ejemplo, lupus eritematoso sistémico.
§ Algunas formas de
vasculitis, por ejemplo, síndrome de Churg-Strauss.
§ Embolismo de
colesterol (transitoriamente)
§ Coccidioidomicosis
(Fiebre del Valle), una enfermedad fúngica prominente en el suroeste de los
EE.UU.
§ Nefropatía
intersticial
§ Síndrome
hiperinmunoglobulina E, un transtorno inmunológico caracterizado por altos
niveles de IgE sérica.
§